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Es el proceso que prepara al útero de la mujer para el embarazo cada mes. Se trata de un ciclo a través del cual se desarrollan los gametos femeninos, es decir los óvulos, y se generan diferentes cambios tanto físicos como psíquicos.
El resultado puede ser el embarazo o la menstruación; si el óvulo es fecundado ocurre el primero, pero si no lo es ocurre el segundo.
El ciclo comienza con el primer día de la menstruación y finaliza un día antes de la siguiente menstruación. Este se compone de 4 fases: la menstruación, la fase folicular, la ovulación y la fase lútea.
Menstruación
Comienza con el primer día del sangrado. Suele durar entre 3 y 5 días, dependiendo de cada mujer. Es la fase en la que el cuerpo expulsa el endometrio debido a que no hubo fecundación del óvulo.
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Fase folicular
En esta fase el cuerpo comienza a prepararse para un embarazo. Para ello los estrógenos (un tipo de hormona) se encargan de engrosar el endometrio, la capa interna del útero, para una posible fecundación. Al mismo tiempo, una hormona llamada folicuestimulante (HEF) aumenta, lo que produce el crecimiento de los folículos ováricos; cada folículo contiene un óvulo.
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Ovulación
En este momento se rompe un folículo ovárico y se libera un ovocito. Este ovocito se dirige a la trompa de Falopio, en donde va a esperar entre 12 y 48 horas para ser fecundado, de lo contrario empezará a desintegrarse.
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Fase lútea
Después de que el ovocito es liberado, los folículos se transforman en el cuerpo lúteo, una glándula encargada de generar progesterona. Cuando no ocurre la fecundación, se interrumpe el proceso de preparación con el desprendimiento del endometrio, y posteriormente se da paso a la menstruación.
Las hormonas son moléculas producidas en las glándulas endocrinas, que se transportan a través del torrente sanguíneo y tienen como función enviar mensajes químicos que permitan regular el comportamiento y la fisiología de tejidos y órganos. Sus efectos son fuertes y por esto sólo se necesita una cantidad mínima para generar grandes cambios. Entre los procesos más comunes en donde las hormonas juegan un rol fundamental son: el crecimiento y desarrollo, el metabolismo, la reproducción y los estados de ánimo.
Estrógeno
Hormona sexual producida en los ovarios. Su función es la maduración del aparato genital femenino para hacerlo fértil y el desarrollo de las características sexuales femeninas secundarias. Los estrógenos producen varios efectos como:
- Crecimiento de cabello y uñas.
- Distribución de grasa corporal.
- Aumento de los senos.
- Desarrollo y pigmentación del pezón.
- Amplitud de pelvis.
Es una hormona conocida por iniciar procesos de activación del sistema nervioso. De esta manera le aportan vitalidad física, psicológica y sexual a la mujer, así como dinamismo y optimismo.
Progesterona
Hormona sexual producida en los ovarios. Actúa principalmente durante la segunda parte del ciclo menstrual, es decir la fase lútea, en donde el útero y los senos se debe acondicionar para que la implementación y el desarrollo del embrión ocurra de una manera segura. Parte de sus funciones es aumentar las secreciones del cuello uterino y ejercer un efecto relajante del útero para frenar los efectos de los estrógenos.
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Es la temperatura más baja que alcanza el cuerpo en reposo (normalmente durante el sueño).
El método de la temperatura basal nos revela cuándo ocurrió la ovulación (en pasado) a través del seguimiento diario de los cambios en temperatura corporal. Después de hacer esto por varios meses puedes notar el patrón de la temperatura de tu cuerpo. Teniendo encuentras otros factores como el flujo cervical puedes "predecir" la ventana fértil.
Es fundamental que se tome la temperatura de la misma manera todos los días y se registre en una tabla de observación de la fertilidad. Es un método que requiere de mucha disciplina y su precisión no es muy alta, luego es recomendable visitar a un médico antes de utilizarlo ya sea para quedar en embarazo o para evitarlo.
Durante el ciclo menstrual la temperatura corporal cambia ligeramente. Es más baja en la primera parte del ciclo, y luego aumenta durante la ovulación. Para la mayoría de las mujeres, la temperatura típica antes de la ovulación es de 35.5 a 36.6 °C. Después de ovular, sube a entre 36.1 °C y 37.2 °C.
Es necesario usar un termómetro de alta precisión, su precio suele ser más alto que uno convencional. Se debe ser muy disciplinada y tomar la temperatura todos los días apenas te despiertas, antes de pararte de la cama y después de haber dormido por lo menos 5 horas. También se debe registrar cualquier eventualidad que pueda afectar la temperatura como una cena notoriamente abundante, gripas, toma de alcohol, toma de medicamentos, cambio de termómetro, etc.
